Minería de citas

John_Adams_Frase_Religi_nSea académico o no, el más común de todos los elementos que estructuran un escrito es el empleo de citas. Manuales como el de APA y MLA poseen rigurosas instrucciones que seguidas al pie de la letra dan solidez a la investigación realizada porque siguen estándares que nos dicen la manera correcta de citar un texto. Ahora es momento de conocer la manera incorrecta de citar un texto, es decir, de saber cómo una cita deja de ser una evidencia y se convierte en una falacia mediante diversas estratagemas. Si bien la Rational Wiki, la Wikipedia y Chemazdamundi ya han delineado algunos conceptos al respecto, es necesario ampliarlos y discutirlos con más profundidad.

¿Cómo se define este camelo? Simple: la minería de citas, o Quote mining como se le conoce en el mundo angloparlante, es aquella falacia que apoya o refuta alguna postura a través del uso fraudulento de las citas. Este engaño puede construirse de muchas maneras, pero sobre todo por diez métodos: descontextualización, tergiversación, falsa/errónea atribución, adulteración, invención, ambigüedad, fragmentación, reunión y abuso.

a.- Descontextualización: consiste en emplear una cita omitiendo su contexto. Si quisiéramos, por ejemplo, justificar la discriminación a las personas feas, Jake sería un formidable punto de apoyo porque según él “la gente fea no puede ser buena”, a menos que revisemos su conversación con Finn y la Bruja Árbol en un capítulo del dibujo animado Hora de Aventura, en el cual Jake se refería única y exclusivamente a la Bruja Árbol. Por eso dudo muchísimo que el perro haya tenido una intención “subliminal” de ofender a todas las personas feas del mundo.

Bruja Árbol: en fin, necesito cabello de princesa para ponerlo en mi cabeza, y entonces así seré hermosa…

Finn: pues… conocemos a muchas princesas.

Jake (riéndose): permítanos un momento, ¿sí?

Bruja Árbol: sí… ya qué…

Jake (susurrando): yo digo que no la ayudemos.

Finn: ¿por qué no?

Jake: ¡pues porque es una bruja!

Finn: puede ser una bruja buena.

Jake: ¿en serio? ¿Estás loco? ¡Por favor, mírala! (La Bruja árbol usa su magia para comerse una mariposa con una planta carnívora) La gente fea no puede ser buena.

Bruja Árbol: ¿acaso están hablando de mi?

Finn (susurrando): ¿entonces qué propones? ¿Decirle que no porque está bien fea?

Jake: ¡no, cómo crees! Capaz que nos mata o nos echa una terrible maldición. (Mirando a la Bruja Árbol) Déjame deshacer de ella con mi famosa charla convincente… (Ward y Leichliter, 2007. Episodio 18-b, A cortar el cabello a una mujer, transmitido el 10/01/2011, mins. 1:52 – 2:34. El subrayado es mío)

b.- Tergiversación: consiste en torcer la ideología de un autor al malinterpretar o interpretar forzadamente una cita suya. Quedé estupefacto al encontrar este resbalón en El espejismo de Dios, de Richard Dawkins (Dawkins, 2006, p. 43), al exponer el caso de John Adams, cuyo dizque ateísmo es asumido a la ligera por manifestar que “este mundo sería el mejor de todos los mundos posibles si no hubiera ninguna religión”, pero sin entender la verdadera naturaleza de su pensamiento, el cual estaba muy apegado a las creencias religiosas, al cristianismo.

Veinte veces, en el transcurso de mi última disquisición, he llegado hasta el punto de prorrumpir, “¡¡¡este sería el mejor de todos los mundos posibles si no hubiera religión en él!!!” Pero con esta exclamación, habría sido tan fanático como Bryant o Cleverly. Sin religión, este mundo sería algo que no cabría mencionar a las masas cultas – es decir, el infierno. (Adams, 1856, vol. 10, p. 254. Comunicación personal a Thomas Jefferson, 19 de abril de 1817. La traducción y el subrayado son míos)

c.- Falsa/errónea atribución: consiste en conceder la autoría de una cita a alguien que nunca la dijo. A menudo esto sucede con Albert Einstein, quien supuestamente pronunció estas palabras: “el primer paso de la ignorancia es presumir de saber”. En realidad, esa frase tan ciegamente compartida mediante imágenes por los usuarios en las redes sociales no es para nada de Einstein, sino que es del escritor español del Siglo de Oro Baltasar Gracián, en el primer tomo de El Criticón.

Pues advertid —dixo Quirón— que éste es un error muy común, una desesperación transcendental, necedad de cada día y mucho más de nuestros tiempos. Los que menos saben tratan de enseñar a los otros; unos hombres embriagos intentan leer cátedra de verdades. De suerte que avernos visto que un ciego de la torpe afición de una muger tan fea quan infame, llevó infinitas gentes tras sí, despeñándose todos en un profundo de eterna calamidad: y ésta no es la octava maravilla, el octavo monstruo sí, que el primer passo de la ignorancia es presumir saber, y muchos sabrían si no pensassen que saben. (Gracián, 1651, pp. 200-201. El subrayado es mío)

d.- Adulteración: consiste en utilizar una cita que ha sido alterada por cualquier medio. Como muestra tenemos una frase de Voltaire del Tratado sobre la tolerancia, la cual parece estar entera, y dice así:

Es tal la debilidad del género humano, que vale más para él, ser subyugado por todas las supersticiones posibles, que vivir sin religión. Era mucho más razonable y más útil, adorar esas fantásticas imágenes de la divinidad, que entregarse al ateísmo. Un ateo que fuese razonador, violento y poderoso, sería un azote tan funesto como un supersticioso sanguinario.

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Si cotejamos esa frase con el texto original en francés y con una traducción reconocida del español, veremos que hay porciones señaladas en negritas que han sido recortadas. No sería posible decir que esto ha ocurrido por error, pues quien tiene las agallas de irrespetar la integridad de una cita es porque lo hace a propósito.

Telle eſt la faibleſſe du Genre-Humain, & telle eſt ſa perverſité, qu’il vaut mieux ſans doute pour lui d’être ſubjugué par toutes les ſuperſtitions poſſibles, pourvu qu’elles ne ſoient point meurtrières, que de vivre ſans Religion. L’homme a toujours eu beſoin d’un frein; & quoiqu’il fût ridicule de ſacrifier aux Faunes, aux Sylvains, aux Naïades, il était bien plus raiſonnable & plus utile d’adorer ces images fantaſtiques de la Divinité, que de ſe livrer à l’athéiſme. Un Athée qui ſerait raiſonneur, violent & puiſſant, ſerait un fléau auſſi funeſte qu’un ſuperſtitieux ſanguinaire. (Voltaire, 1763, pp. 153-154)

Tanta es la debilidad del género humano, y tanta su perversidad, que más le vale, sin duda, ser subyugado por todas las supersticiones posibles, con tal de que no sean mortíferas, que vivir sin religión. El hombre siempre ha tenido necesidad de un freno, y aunque fuese ridículo hacer sacrificios a los faunos, a los silvanos, a las náyades, era mucho más razonable y más útil adorar esas imágenes fantásticas de la Divinidad que entregarse al ateísmo. Un ateo que fuese razonador, violento y poderoso, sería un azote tan funesto como un supersticioso sanguinario. (Ibídem, 2007, p. 143)

e.- Invención: consiste en recurrir a una cita que, atribuida a alguien en particular, ha sido forjada de la nada, como por arte de magia. Así sucede lamentablemente con el Eppur si muove de Galileo y también con una máxima adjudicada a la Biblia que dice “ayúdate que yo te ayudaré”, la cual no se encuentra en ninguna parte de ésta. El único fragmento medio parecido está entre los versículos 10 y 12 del capítulo 19 del libro de Crónicas como se ve en la Edición Reina-Valera (2009, p. 698), aunque no hay frases semejantes en la Biblia Latinoamérica y en ninguna otra edición de las Escrituras que haya revisado. Como en las frases anteriores, el subrayado también es mío.

Y viendo Joab que la batalla estaba contra él por delante y por detrás, escogió de entre todos los más aventajados que había en Israel y los puso en orden de batalla contra los sirios. Y puso luego el resto de la gente al mando de Abisai, su hermano, y los puso en orden de batalla contra los hijos de Amón. Y dijo: Si los sirios son más fuertes que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de Amón son más fuertes que tú, yo te ayudaré.

f.- Ambigüedad: consiste en crear o aprovechar citas que tienen propensión a poseer varios significados. Supongamos, pues, que un arquetipo de ello lo encontramos en este pasaje del Corán de la segunda edición de Elhame Shargh del 2010 traducida por Raúl González Bórnez:

Él es quien hizo descender sobre ti la Escritura [Sagrada] en la que hay versículos unívocos que son como la Madre de la Escritura [Sagrada] y otros que son equívocos. Aquellos cuyos corazones están desviados siguen los que son equívocos, buscando crear problemas y pretendiendo interpretar su simbolismo. Pero su simbolismo sólo lo conoce Dios.

Y los arraigados en el conocimiento dicen: “Creemos en Él. Todo procede de nuestro Señor.” Pero no reflexionan más que los dotados de intelecto. (Al Imran, 3:7)

Este pasaje citado del Corán es algo enigmático porque si hablamos de los versículos “equívocos” podemos aludir a todos aquellos que tienen varias interpretaciones, suelen entenderse erradamente o “son alegóricos”, como dice la edición de la Junta Islámica  del 2001 traducida por Muhammad Asad y Abdurrasak Pérez. O bien, si hablamos de los “dotados de intelecto”, quizás estaríamos aludiendo a personas muy cultas, especialistas en “ciencias islámicas” y ayatolás. Racionalmente, en esta cena no se sirven platos que se puedan degustar con objetividad.

g.- Fragmentación: consiste en reducir un texto grande a varias frases pequeñas. Esto es muy fácil de hacer para darle a Paulo Coelho un aire de fingida erudición en el Manual del guerrero de la luz, cuando en vez de citar con párrafos copiosos se cita solamente lo resaltado en negritas, lo cual es un proceso que se podría realizar igualmente a lo largo de todo el libro.

Cuando se quiere algo, el Universo entero conspira en su favor. El guerrero de la luz lo sabe. Por esta razón cuida mucho sus pensamientos. Escondidos bajo una serie de buenas intenciones existen sentimientos que nadie osa confesarse a sí mismo: venganza, autodestrucción, culpa o miedo de la victoria, la alegría macabra ante la tragedia de otros. El Universo no juzga: conspira a favor de lo que deseamos. Por eso, el guerrero tiene el valor de mirar hasta las sombras de su alma y ver si no está pidiendo nada nocivo para sí mismo. Y tiene siempre mucho cuidado de lo que piensa.

Jesús decía: “Que tu sí sea un sí y que tu no sea un no”. Cuando el guerrero asume una responsabilidad, mantiene su palabra. Los que prometen y no cumplen, pierden el respeto hacia sí mismos, se avergüenzan de sus actos. La vida de estas personas consiste en huir; ellas gastan mucha más energía dando una serie de disculpas para deshonrar lo que dijeron, que la que usa el guerrero de la luz para mantener sus compromisos. A veces él también asume una responsabilidad tonta, que derivará en su perjuicio. No volverá a repetir esa actitud, pero, aun así, cumple con honor lo que dijo y paga el precio de su impulsividad. (Coelho, 1997, pp. 112-113)

h.- Reunión: consiste en fabricar una frase grande a partir de frases pequeñas que han sido fragmentadas de una misma fuente o que han sido cautelosamente seleccionadas de fuentes distintas. Si se hiciera esto con el susodicho Manual de Paulo Coelho, ya no tendríamos un puñado de citas sueltas, sino un conjunto de citas comprimidas en un mismo párrafo como éste (los corchetes se usan para separar oraciones o grupos de oraciones):

[Cuando se quiere algo, el Universo entero conspira en su favor.] [El Universo no juzga: conspira a favor de lo que deseamos.] [El guerrero tiene el valor de mirar hasta las sombras de su alma y ver si no está pidiendo nada nocivo para sí mismo.] [Cuando el guerrero asume una responsabilidad, mantiene su palabra. Los que prometen y no cumplen, pierden el respeto hacia sí mismos, se avergüenzan de sus actos.]

Mucho cuidado con las frases de gran tamaño que provienen de recortes de diferentes fuentes. En mi opinión, éstas ni siquiera pueden considerarse realmente como una minería de citas en toda su extensión; a eso se le llama plagio.

i.- Abuso: consiste en usar masiva e indiscriminadamente las citas sin importar si se evocan a uno o más autores, descuidando la argumentación y despertando una labia que exalte sentimientos, como lo hacen los predicadores religiosos como Cash Luna que mezclan las frases bíblicas con las arengas hasta el punto de convertirlas en un coctel de ideas empleadas para generar más argucias retóricas. A menudo esta trampa es fácil de detectar porque quien incurre en ella tiene el mal hábito de ser reiterativo sin necesidad, pues para expresar una idea suele decir repetitivamente fórmulas al estilo de “y como dice la Biblia…” como si fuera un tic del habla, como si fuera imperativo mencionar hasta la teoría de la relatividad para probar que dos más dos es igual a cuatro.

En efecto, la minería de citas no está sola sino que es una falacia capaz de transformarse en otras falacias como las señaladas más abajo, en las cuales se utilizan ejemplos ficticios en cursiva cuyas frases respectivas sólo tienen una finalidad didáctica, por lo cual no he examinado la autenticidad de ninguna de ellas. Entre corchetes dejo mis apreciaciones personales.

a- Pista falsa: ¿Que no hay pruebas de la existencia de Dios? “Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor”, lo expresaba John Lennon; ¿me sigues? [En vez de aportarse pruebas, se desvía sutilmente el tema al discutir el dictamen del señor Lennon]

b- Muñeco de paja: La evolución es falsa; Darwin dijo que “la selección natural es incapaz de explicar los estados incipientes de las estructuras útiles.” [¿Sí? ¿Por qué no ponemos la frase en su contexto para ver si eso era lo que realmente quería decir?]

c- Argumento de autoridad: Todos los medios manipulan. Chomsky puede dar fe de ello: “el propósito de los medios masivos… no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante.” [Y los alienígenas en Ganímedes existen porque lo dice Yosip Ibrahim]

d.- Falacia de anfibología: Me gusta esta idea de la Madre Teresa de Calcuta sobre el amor. Dice: “Encontré la paradoja: sí amas hasta que te duela, ya no habrá más dolor, solo más amor.” ¡Cuánta profundidad! [Si amo y me duele, no amo. Si amo y no me duele, amo. Entonces es… ¿ama hasta que no te duela?]

e- Afirmación gratuita: Para mí, “la honestidad es incompatible con amasar una fortuna”, tal como lo sostenía Gandhi. [Ser rico es ser deshonesto. Punto pelota. Aplausos; Bill Gates es un crápula]

f.- Sofisma patético: ¿Por qué hablas tanto? Mira, recuerda a Chopra: “si nunca nos damos la oportunidad de experimentar el silencio, esto crea una turbulencia en nuestro diálogo interno.” [Si no te callas, te sentirás muy mal. Vaya “razonamiento”]

g.- Argumento ad baculum: Conozco tu insistencia en eso del libre albedrío, pero recuerda: en Lucas 11:23 Jesús dejó bien claro que “el que no está conmigo, contra mí está”. ¿Ya captaste? [Cree en Jesús so pena de sufrir las terribles consecuencias… pero él te ama…]

h.- Apelación a la lealtad: No tienes que unirte al partido comunista, pero ten en mente que la juventud y la revolución van de la mano. “Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”, decía Allende. [Tú sabes; si no estás con la revolución, no estás en nada]

Comúnmente me ha tocado contestar algunas objeciones a la minería de citas, como “lo importante es la frase en sí, no quien la dijo”, ignorando que todo mensajero dice su mensaje en un contexto determinado con una intención comunicativa determinada a un destinatario determinado; además, se pasa por alto que “la frase en sí” puede contener mentiras o ser demasiado confusa, lo cual la hace inservible y contraproducente. Otros me han dicho cosas como “¿por qué preocuparse tanto por el rigor investigativo? Es mejor tomar la frase, usarla, ¡y ya!”, como si el fin justificara los medios, o su variante que dice algo así como “la cita está mala, ¿y qué? La idea de trasfondo es lo que vale”, alentándonos a valernos de una cita fraudulenta para demostrar una idea, lo cual equivale a que la biología pruebe la evolución con el Hombre de Piltdown.

Finalmente, he aquí algunos consejos y consideraciones imprescindibles para combatir la minería de citas:

1) Una cita no tiene utilidad si carece de documentos que la corroboren o si es utilizada engañosamente; la fuente es a la cita lo que la evidencia es a la afirmación. Si usted quier traer a colación una cita para sostener su postura, asegúrese de comprobarla, explicarla y mostrarla entera, sin mutilaciones. Cuestiónela si tiene errores de escritura, pues si la cita no es fiel a su texto de procedencia, entonces ha sido desfigurada deliberadamente; hágalo también si presenta muchas variantes, pues eso es señal de que la cita puede ser apócrifa.

2) Nunca se fíe de citas que aparezcan en almanaques, marcalibros, tarjetas, volantes, anuncios publicitarios, publicaciones en las redes sociales y libros compilatorios porque allí el contraste bibliográfico es mediocre o brilla por su ausencia. Tenga cautela con las citas que no encajen con el asunto en el que se discurre, pues cuando hablamos sobre la Guerra Fría tiene sentido citar a John F. Kennedy mas no a Bob Marley; el escepticismo debe ser mayor si la frase es anacrónica o incoherente con lo que se sabe de su autor, como alguna en la que Martin Luther King Jr. supuestamente apoya el racismo.

3) Salvo que usted discuta un tema muy complejo o poco conocido, usa las citas solamente donde sea necesario, y defienda el resto de su  tesis con silogismos a granel. Aunque a buen entendedor, pocas palabras bastan, en muchas ocasiones una cita concisa es menos firme que un argumento bien desarrollado. Por eso más vale un buen argumento que una buena cita.

4) Consulte la cita en su idioma original. Muchísimo ojo con las traducciones, y especialmente cuando se lidian con lenguas clásicas (e.g., latín, griego), extintas (e.g., ubijé, dálmata) o poco conocidas (e.g., pemón, yanomami). No obstante, remitir a la fuente primaria en su idioma no garantiza que no habrá minería de citas.

5) El mal manejo de las citas siempre es perjudicial, pues debilita la investigación en vez de fortalecerla, pues la minería de citas implica una selección subjetiva y arbitraria de las mismas; es un embudo dialéctico donde fluyen sólo aquellas frases que favorecen o parecen favorecer una cosmovisión en particular.

6) Contemplemos, no obstante, dos excepciones: a)la mención de las leyes esenciales de la lógica, la filosofía y la ciencia no pueden catalogarse como minería de citas, pues de ellas dependen nuestros razonamientos, y por tanto, nuestro conocimiento; b)refranes, expresiones idiomáticas y aforismos, pues forman parte del habla cotidiana.

Bueno, hasta aquí nos trajo el río. Sólo me queda decir que la diferencia entre la extracción de una cita valiosa y la minería de citas está marcada por el apego a los rigores de la investigación documental. Por lo demás, agradezco a mi amiga Ana Zerpa por echarme una mano con el texto volteriano en francés, y a mi amigo Ronny Azuaje por brindarme su apoyo incondicional en este post.

Bibliografía:

-Adams, John (1856). The Works of John Adams, 10 vols. (Charles Francis Adams, ed.). Boston, Estados Unidos. Little, Brown and Company. URL: [clic aquí]

-Coelho, Paulo (1997). Manual del guerrero de la luz (1ª ed., 2006; Montserrat Mira, trad.). Buenos Aires, Argentina. Planeta.

-Dawkins, Richard (2006). The God Delusion (1ª ed.). Londres, Reino Unido. Bantam Press. URL: [clic aquí]

-Gracián, Baltasar (1651). El Criticón. Tomo Primero (1ª ed., 1938). Londres, Reino Unido. Oxford University Press. URL: [clic aquí]

-Voltaire (1763). Traité sur la tolérance (edición original). Boston, Estados Unidos. John Adams Library. URL: [clic aquí]

-________· Tratado sobre la tolerancia (2ª ed., 2007; Mauro Armiño, trad.). Madrid, España. Espasa.

-Ward, Pendleton (Productor) y Leichliter, Larry (Director). (Enero 2007). Hora de aventura [Serie animada de televisión, 2ª temporada]. Estados Unidos. Cartoon Network.