Observamos a lo largo y ancho de los anteriores trece capítulos que las afirmaciones de J.J. Benítez no se sostienen ni con un alfiler. La mayor parte de lo que dice es mentira y no escatima recursos para hacerse el listo: transcribe citas a lo bestia, generaliza datos, usa falacias pasadas de moda, apela a la ignorancia, inventa pruebas, aboga por la intervención divina, falsifica traducciones e incluso calumnia a los científicos de verdad. Eso sin contar con la cantidad enorme de errores estúpidos que hacen del ufólogo español un auténtico cretino, cuyo título de periodista le queda grande.
Tanta patraña tenía que venir de algún lado. No es normal que tremenda basura magufa esté apilada en cada episodio de Planeta encantado, cuyas ideas no están respaldadas por evidencia seria y mucho menos por autores respetados en las diversas materias que toca. Eso me motivó para añadir un segmento más a esta investigación, en la que asumí el compromiso de rastrear quiénes y qué clase de publicaciones son las fuentes responsables de estos embustes difundidos por Benítez. Sigue leyendo
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