La excusa más trillada que suele utilizarse para hacer apología a las religiones, en particular al cristianismo, es aquella en la que se esgrime que esta fe impulsó la era de la razón; es decir, que el conocimiento científico nunca habría tenido lugar sin las contribuciones relacionadas a la “doctrina” de Jesucristo. Este argumento sería convincente de no ser porque en sí mismo oculta un descarado sofisma en el que se pretende que el pensamiento racional y el ilusorio no se hallan del todo separados, y que el segundo tiene un predominio sobre el primero. La realidad, empero, señala que el fideísmo, una vez más, está en un craso error en el cual no se tiene la menor idea de lo que es la epistemología y mucho menos de lo que es la ciencia. Sigue leyendo
Crítica
Pensamientos rápidos sobre la charlatanería seudomédica
A grandes rasgos soy partidario de la medicina científica porque se basa en la evidencia, lo cual mejora sus conocimientos y aumenta la calidad de vida de los pacientes. Por otro lado, no soy amigo de la seudomedicina alternativa porque no está centrada en la evidencia, sino más bien en creencias, hechos o teorías que no se han demostrado o se han demostrado como falsas, aunque si a algún método médico alternativo se le probara su eficacia por encima del placebo entonces pasaría a formar parte de la familia de la medicina científica, por lo cual ya no tendría su título de “alternativa”; en caso contrario, seguirá ubicándose en el banquillo de los perdedores. Sin embargo, he de hacer algunas observaciones adicionales al respecto que considero de suma relevancia.
Es necesario entender que lo tradicional y lo científico son dos cosas distintas. Aunque parezcan sinónimos, ni lo primero ni lo segundo son iguales, pues en un sentido amplio la tradición obedece a ideas folclóricamente enraizadas en la cultura a lo largo del tiempo que son aceptadas por la sociedad y se transmiten de generación en generación como hechos irrefutables compuestos de simbolismos, costumbres, rituales, un toque de fe y sobre todo de supersticiones. Bajo esta definición, la medicina tradicional no es la del galeno con estetoscopio que ve a una infección como la invasión de un microorganismo, sino la del chamán que ve en ésta una manifestación paranormal de los espíritus malignos. Sigue leyendo
Los refranes de la ignorancia
Vivimos rodeados de refranes: los decimos con una asombrosa frecuencia en un sinnúmero de circunstancias cotidianas que nos indican la presencia de la informalidad. Además, solemos aprenderlos interactuando en conversaciones con otros hablantes y captamos inmediatamente su significado pese a sus distintas versiones; por ello es que son transmitidos de generación en generación gracias a la oralidad, aún cuando hay registros en la escritura. La colectividad se encarga de almacenar estas frases populares en las cabezas de sus individuos para así ser utilizadas como una navaja suiza verbal caracterizada por su brevedad, contundencia, practicidad, precisión y elocuencia. Esta es su incontestable ventaja, aunque nunca está de más mirar la otra cara de la moneda con algunos ejemplos representativos.
Suele pensarse que hay un vínculo entre la inteligencia y la concisión al expresar una idea compleja con un enunciado sencillísimo, pues a buen entendedor, pocas palabras bastan. Esto sería enteramente cierto si no fuera por un curioso detalle: los refranes son metáforas de los hechos, y como sabemos ad nauseam, las metáforas, al igual que otras tantas figuras retóricas, se prestan para múltiples interpretaciones. Las oraciones cortas, gestos o ademanes omiten datos relevantes que deberían hacerse más explícitos, dejando espacio a las confusiones. Las señales de tráfico, diseñadas con símbolos y/o un mínimo de texto para proveer información, en varias ocasiones o son desmemoriadas con facilidad por los conductores y los peatones, o simplemente son ininteligibles. Sigue leyendo
Zeitgeist: Addendum; otro filme de falacias y mentiras
En el 2008, un año después de la aparición de Zeitgeist: The Movie, Peter Joseph sacó a la pantalla internetera la secuela de esta serie de seudodocumentales, la cual se titula Zeitgeist: Addendum. El filme se divide en cuatro partes: la parte I, en la que el dinero y la deuda son las causas de la ruina económica mundial; la parte II, en la cual se habla del imperialismo de los Estados Unidos en naciones extranjeras; la parte III, en la que veremos a Jacque Fresco y el Proyecto Venus, junto a una descripción de los problemas sociales y medioambientales de la era moderna; y la parte IV, donde se muestran propuestas de cambio y se describe al ser humano como un ente biológico atado a su entorno.
Zeitgeist: Addendum ha recibido críticas nada benévolas porque no sólo no ha podido sellar las troneras dejadas por Zeitgeist: The Movie, su entrega predecesora, sino que las agrandó y abrió otras más. Por ende, desmentiré este filme considerando que el análisis se hará por segmentos, mas no punto por punto, por lo cual que no habrán cuadros-resumen ni se contabilizarán las afirmaciones como lo hice en una ocasión anterior, pero sí habrán citas textuales que, tomadas de la transcripción que pueden leer aquí por cortesía del mismo movimiento zeitgeistero, serán empleadas cuando sea oportuno. Sigue leyendo
Dame Pa’ Matala: de buen sonar pero de mal razonar
Personalmente, soy poco amigo de la música de protesta, y por tres motivos. Primero, porque la lucha por un mundo mejor no se entona, sino que se hace con los hechos y con la razón siempre a la vanguardia. Segundo, porque sobran las canciones que enfocan con miopía ―en el peor de los casos con hipermetropía, presbicia o cataratas― los problemas a resolverse. Y tercero, porque estas melodías son armas verbales paradójicas; son compuestas para servir al pueblo, pero se prestan para promover la agenda de un gobierno o de un partido que se aprovecha de él.
Ha de constar que esta música dispone de buen material, pero ese lado rosado ya ha sido escuchado ad nauseam; no necesito hablar de ello. Sin embargo, es menester revisar el lado oscuro de las voces indignadas de la protesta cantada, como la banda española Ska-P (cuyas críticas han sido dadas por panas como Rubén Rojas Gratz y David Osorio) y la agrupación venezolana Dame Pa’ Matala, de la cual me ocuparé en esta entrada en sus temas con mayor popularidad en el público, sin ningún orden en particular. Sigue leyendo
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