Inicié Planeta desencantado aproximadamente en el primer trimestre del 2015, aunque tenía las ideas materializadas en el segundo semestre del 2014. Por esos tiempos tomaba las fotocapturas en la computadora y efectuaba las transcripciones de Planeta encantado, y tras una ardua labor acabé esta investigación en septiembre del 2017. En total, y con varias interrupciones que obedecieron a razones fuera de mi voluntad, demoré unos 2 años y medio (podría decir que 3 y medio) en culminar este trabajo, que a ojos vistas no ha sido nada sencillo, pues he procedido a desmentir ese filme de Benítez punto por punto, a paso de hormiga. Al fin puedo respirar tranquilo. Sigue leyendo
ovnis
Planeta desencantado. Capítulo 10 – Sahara muerto
¡Saludos! Luego de una pequeña pausa y tras haber realizado algunas investigaciones complementarias, me encuentro de regreso. Ahora toca ver, nuevamente, al Planeta encantado de J.J. Benítez, cuyo décimo episodio (titulado Sahara Rojo, lean aquí la transcripción) es la tercera parte de sus extraterrestres prehistóricos del Tassili. Esta vez, el ufólogo español involucra más civilizaciones y teorías sin pruebas sólidas a su favor, cuando mucho un conjunto de coincidencias circunstanciales sacadas de contexto. Sigue leyendo
Planeta desencantado. Capítulo 8 – Palito-Cerito-Palito
¡Saludos fraternales a todos! ¿Qué tal? En un arrebato de inspiración me lancé a escribir con fervor al escepticismo. Y no es para menos, porque J.J. Benítez retornó con sus salvajadas magufas en el octavo episodio de su Planeta encantado, cuyo nombre es El anillo de plata. En esta entrega de su pseudodocumental, el ufólogo español por fin deja su desvergonzada prédica ufovangélica, pero lamentablemente insiste con su disco rayado de siempre: los extraterrestres ancestrales, que ahora están en el África de la prehistoria y tienen vínculos con los ovnis europeos. Sigue leyendo
Tucson, la DMAFB y el incidente OVNI del B-36
Dentro de los casos estudiados en el Proyecto Libro Azul, este avistamiento ufológico puede ser descrito, indiscutiblemente, como algo sumamente enredado. Nos enfrentamos, pues, a uno de muchísimos acontecimientos de OVNIs donde el veredicto científico es aproximado, ya que la evidencia disponible es limitada tanto en calidad como en cantidad. Veamos, sin embargo, si pueden traerse nuevas luces en medio de estos misterios que son como los rompecabezas que no pudieron armarse por falta de piezas.
Trasladémonos a los Estados Unidos, específicamente a la Davis–Monthan Air Force Base (Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan, i.e. DMAFB por sus siglas en inglés), situado en Tucson, en el estado de Arizona. De acuerdo a la ficha de registro, el avistamiento ocurrió el 1º de mayo de 1952 y se anotó al día siguiente en el reporte de información de la inteligencia aérea, en cuyo resumen se escribió por error (seguramente de transcripción) el año de 1953. La información pertinente a ambos informes oficiales fue la siguiente: Sigue leyendo
El desconcertante Proyecto Libro Azul
De todas las supuestas evidencias ofrecidas por la ufología para tratar de demostrar el ocultamiento de los Objetos Voladores No Identificados, una de ellas está asociada a un programa de investigación realizado en los Estados Unidos que fue denominado como Proyecto Libro Azul (PLA, de ahora en adelante). El PLA tuvo dos objetivos centrales: analizar científicamente los OVNIs y determinar si los mismos representaban algún peligro para la seguridad nacional de ese país. Aunque en 1947 ya se tenían los primeros reportes, no fue sino hasta 1952 cuando el PLA arrancó formalmente sus indagaciones, las cuales históricamente se llevaron a cabo durante poco más de dos décadas.
El final del PLA fue anunciado el 17 de diciembre de 1969, y para enero de 1970 sus actividades habían cesado por completo, sin posibilidades de reiniciarse; la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés), que estuvo a cargo de las investigaciones, las desestimó por motivos económicos ya que su presupuesto estuvo más enfocado al desarrollo de armamento y a cubrir los elevadísimos gastos bélicos de la Guerra Fría que a la averiguación de un fenómeno del que a duras penas había información disponible. Desde ese entonces, la USAF se desentendió por completo del tema OVNI y probablemente lo seguirá haciendo. Sigue leyendo
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