Simón Bolívar: una visión escéptica. Epílogo

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En sus aspectos conceptuales, en su entramado argumental y en sus resultados prácticos, el culto a Bolívar ha demostrado que, detrás de su disfraz de inocuidad, se esconde una idea nocivamente obsoleta que está plagada de errores, tergiversaciones, falacias y mentiras. Se ha discutido ampliamente sobre su estructura, orígenes, argucias y difusores, así como de los rasgos biográficos del Libertador que más se han prestado a estas confusiones. Hemos abordado con detenimiento las diversas facetas que componen las raíces de este problema cultural, y ya es hora de presentar una propuesta que conduzca a bosquejar su solución aproximada, con atención especial a la grave situación de Venezuela. Sigue leyendo

La macroestafa de las tiranías

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[…] cuando el protector del pueblo, encontrando a éste completamente sumiso a su voluntad, empapa sus manos en la sangre de sus conciudadanos; cuando en virtud de acusaciones calumniosas, que son demasiado frecuentes, arrastra a sus adversarios ante los tribunales y hace que expiren en los suplicios, bañando su lengua y su boca impía en la sangre de sus hermanos, valiéndose del destierro y de las cadenas, y propone la abolición de las deudas y una nueva división de tierras, ¿no es para él una necesidad el perecer a manos de sus enemigos o hacerse tirano del Estado y convertirse en lobo? ― Platón, República, VIII, 566a.

Mucho se ha dilucidado sobre las diferentes formas de gobierno, sus virtudes y sus defectos, desde hace largo tiempo, desde los clásicos grecorromanos hasta los modernos estudios en ciencias políticas, y desde cuantiosas perspectivas en las que unos son más optimistas que otros. Todos han querido, a su manera, demostrar su preocupación por el bienestar popular, pero también por incrementar el poderío de las naciones a las que apoyan o de la facción con la que se han aliado, aunque hay quienes aspiran la recuperación de las glorias del pasado a raíz de su desilusión con el presente. Esto, pues, es motivación para muchas personas a su movilización hacia el activismo destinado a fomentar pretenciosos sistemas que buscan solventar nuestros problemas actuales con pensamientos que son de vieja ―o viejísima― data; es decir, que mucha gente, hastiada de la ineficiencia de los mandatarios de estos días, propone como solución a su desidia su sustitución por paradigmas autoritarios que supuestamente sí servían. Sigue leyendo