Una realidad incontestable en el mundo internetero es, precisamente, el hecho de ser con frecuencia invadidos por fraudes de todo tipo. ¿Son molestos, verdad? Sí, y si usted los ha mirado con detenimiento habrá notado que cada uno de ellos que llegan a su bandeja de entrada ―o a su muro, o a la portada de las redes sociales a la que esté metido― suele ser una mentira o una verdad a medias. En cualquiera de los dos casos veremos que su detalle más peculiar es que se viralizan con una rapidez tremenda, especialmente aquellos donde hay información de corte alarmista. Claro está, no necesariamente podemos ver falsas alarmas. En ocasiones es posible ver algunas teorías extrañas sobre asuntos de historia, religión, política, ciencia o tecnología, todas ellas orientadas a decir la “verdad” sobre alguna cosa o a señalar “la auténtica cara de Fulano”.
También es posible ver que, independientemente de si son o no son cadenas de email, se incluye la temática social, específicamente cuando se trata de personajes famosos u organizaciones demonizadas como la archiconocida Microsoft; por tanto, no es de extrañar que aquí sea nulo el aprecio por los hechos. Pero los hoaxes no son creados de la nada. En efecto, se originan de teorías conspirativas, mitos de toda índole, leyendas urbanas, malentendidos sobre temas que pueden dar lugar a controversias y supersticiones aún vigentes en nuestra cultura cotidiana. Inicialmente, muchos de estos contenidos de carácter seudocientífico estaban en libros, revistas o folletos. Después del auge del Internet, la distribución en cadena de estos embustes se hizo en formatos más prácticos que repopularizaron afirmaciones absurdas ya refutadas con sólo reeditar las historias originales en un documento de texto en compañía de imágenes “pescadas” en cualquier base de datos.
Por su similitud con sus homólogos impresos, es muy sencillo identificar los hoaxes porque su estructura de falacias es la misma, es decir, que un bulo, tanto en Internet como en una revista, no tiene fuentes acreditadas (o simplemente no las tiene), como tampoco objetividad, aparte de estar influenciado más por elementos de ficción propios de una película de Hollywood, por lo que vive de la anécdota y de la exposición veloz de hechos que no se explican como es debido (los seudodocumentales son especialistas en esto). Si bien algunos de estos engaños pasan de largo sin pena ni gloria, hay otros perduran y se reinventan. He aquí una antología de cinco de ellos con los que me he topado y que puedo desenmascarar en un dos por tres:
- Hitler y el “revisionismo”: confieso no haber recibido este hoax, como tampoco haberlo leído. Un excompañero de clases me comentó que esa cadena hablaba de Hitler como una persona amante de la diversidad racial, con una mentalidad muy abierta a las diferencias de opinión y un enemigo de la demagogia. Además, la cadena decía, según él me comunicó, que Hitler nunca murió, tuvo un hijo y era amante de la paz. De verdad, no creo que lo dicho en ese email sea cierto; las evidencias apuntan abrumadoramente a todo lo contrario. Al respecto tengo un proyecto de investigación que aún está en progreso.
- Mensajes subliminales: de este hoax abundan variantes; las hay de Juanes, de Maná, de Reynaldo Armas, de Iron Maiden e incluso de Alex Campos. Esa tontería es sumamente repetitiva acerca del supuesto correlato entre la música y el demonio; presuntas alusiones satánicas, sexistas, clasistas, racistas o demás posturas repudiables se encuentran al invertir el casete o el archivo de audio. A decir verdad, ni Belcebú ni los mensajes subliminales existen. Si tienen dudas, revisen el polémico caso judicial que enfrentó Judas Priest; muchos moralistas cristianos se quedaron con los crespos hechos cuando no encontraron ni un vínculo entre el enemigo imaginario de Dios y dicha banda. Es más, no se demostró que hubo relación alguna entre la canción Better By You, Better Than Me y el par de suicidios que se le atribuyeron.
- Dañinas medicinas: debería especificar que son ciertas medicinas en particular. El hoax, con todas sus variantes, muestra un listado de medicamentos que contienen un ingrediente que podría perjudicar la salud de las personas. Supuestamente la FDA las metió en una lista negra. La tesis de la cadena es plausible, pues al fin y al cabo hay algunos medicamentos que a la larga pueden ser perjudiciales, pero lo que no me cuadra es el hecho de no ver ninguna referencia hacia algún boletín emitido por esta organización, principalmente a enlaces donde se muestra esta información. Puede que haya alguno por ahí en el sitio de la FDA, pero la carga de la prueba reside en quien hace la afirmación.
- Las mujeres con SIDA: esta cadena alerta de unas mujeres de las cuales se especula que son seropositivas y contagian a los hombres con la enfermedad. En ocasiones se incluyen anécdotas de un hombre que se suicidó al conocer que fue contagiado por una de ellas (o ambas, según las variantes), como prueba del peligro de estas féminas. Me inclino a pensar que esto es una patraña porque la información personal siempre varía y sobre todo porque las fotos de chicas desnudas que se adjuntan pueden recolectarse de cualquier sitio web pornográfico de poca monta.
- Profecías mayas del 2012: fueron desmentidas en su momento. Estamos en el 2015 (año de este post, vale decir) y no ha pasado nada de nada. Aún seguimos esperando a que aparezca el bendito planeta Nibiru.
Analizar a fondo estos fraudes no cuesta mucho trabajo, o como dicen coloquialmente, no es ninguna ciencia. Hay herramientas en línea muy fáciles de utilizar a fin de detectarlos, pero la mejor que puede haber es el sentido común, aparte de la valiosa web Snopes que se dedica a investigar esos mitos. La clave está en las conexiones de los datos arrojados por los buscadores, con especial atención en las fechas; mientras más antiguas, mayores serán las posibilidades de encontrarnos un camelo porque éste ha tenido la oportunidad de circular por más tiempo con montones de alteraciones que nos dicen cuál fue la fuente original, lo que ésta sostuvo y en qué contexto lo hizo. Así, cuando uno ve algo sospechoso de ser falso, lo primero que uno debe hacer no es difundirlo a tontas y a locas sino reflexionar un momento e indagar una por una las piezas que componen estos enredos. Puede que detrás de ellas esté presente la increíble realidad.
Con el mismo proposito de este post, presento y denuncio otro ejemplo de un descarado fraude internetero al descubierto:
Este es el video original: https://www.youtube.com/watch?v=ubcutPrNWrI
Y esta es la tergiversacion distribuida por un grupo conspiranoico de facebook https://www.youtube.com/watch?v=Hg28Lg2P1gA
Ya se lo habia presentado en el facebook de sabiduria heretica… pero de inmediato fue borrado debido a que los distribuidores de esta basura lo bloquearan o eliminaran tras darles a conocer en los comentario el verdadero video.
Saludos.
¡Épale Ricardo, gracias por comentar y pasar el dato! Iba a comentar en aquella publicación tuya en la página de Facebook, pero me extrañaba no verla más en el muro. Ahora que me lo explicas todo, me quedan las cosas claras y conservo esta información para usarla cada vez que haga falta.
Lo que me muestras es un ejemplo claro sobre cómo se usan falsos subtítulos que omiten intencionalmente el texto original. Si se tratara de una broma como los videos de Hitler enfurecido, no habría lío, pero lo que han hecho esos conspiranoicos es propiamente una cobardía intelectual con todas las letras.
Provoca hacer una parodia de ese video a ver si se tragan la mentira; qué se yo, se le puede meter subtítulos falsos a Putin diciendo que los gringos usan el HAARP como superarma. Sería una broma ideal para el día de los inocentes.
Saludos.